El jamón ibérico de bellota es un producto de calidad que se conserva a temperatura ambiente y que se sirve cortado en lonchas. Cortado de forma muy precisa con un cuchillo jamonero que se utiliza como herramienta y para el que hay que desarrollar cierta habilidad.
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Y es que del grosor de la loncha, de la forma en la que se corte cada una de las lascas, la secuencia que se siga en la saca de la carne de de la pieza de jamón ibérico de bellota va a depender la calidad que percibirá al final el consumidor.
Es fácil percibir la importancia de estos argumentos, a poco que se haya visto como trabaja un cortador de jamón ibérico o que uno mismo haya tomado la responsabilidad de tomar el cuchillo jamonero para ofrecer jamón en casa. Y es que quien más o quien menos, puede atreverse con un cuchillo y un jamón ibérico de bellota.
Sin embargo, hay una serie de condiciones que tiene que tener en cuenta todo cortador de jamón, por muy principiante o inexperto que sea, y son las normas de higiene. Importantes para favorecer la inocuidad del alimento curado y, especialmente, su conservación, además de garantizar una buena experiencia para el consumidor.
Porque, debemos recordar que el jamón ibérico no se puede guardar en una nevera para conservar su carne, como también es habitual su consumo a lo largo de varios días. La carne del jamón ibérico se abre, se corta y se deja prácticamente a la intemperie.
Si no existe una serie de normas de conservación, podemos alentar la proliferación de agentes bacterianos en el jamón ibérico. Algo a tener, por tanto, muy en cuenta.
Por lo que se refiere a la higiene en el manipulado del corte del jamón ibérico, es básico lavarse previamente las manos, limpiarse las uñas y debajo de ellas para retirar cualquier suciedad.
Si la persona que corta el jamón ibérico, trabaja de cara al publico, incluso se ha de considerar como higiene, la eliminación de cualquier olor corporal como también los perfumes, aún más si son fuertes y llamativos.
El corte del jamón ibérico es una actividad física y es normal que se produzca un exceso de sudoración que siempre hay que tener en cuenta cuando se trabaja de cara al público, especialmente en ferias y demostraciones con publico.
¿Por qué es importante el tema de los olores? Pues, porque la experiencia del consumo de jamón ibérico no sólo tiene que ver con comerlo, masticarlo, saborearlo, sino también olerlo. Cualquier tipo de aroma extraño o negativo, es contrario a esta experiencia, además de una consideración mínima sobre higiene personal.
Otro tipo de higiene que debe tener en cuenta el cortador es la de los instrumentos de corte, los cuchillos, los paños, el jamonero donde se coloca la pieza, los instrumentos de afilado y los platos y utensilios añadidos que se utilizarán para servir la carne y presentarla. Hay que recordar que un cortador de jamón ibérico puede disponer de hasta una decena de cuchillos diferentes para realizar su trabajo de calidad.
Los desperdicios, la carne de jamón ibérico que no se va a consumir hay que retirarla a medida que se va generando. No sólo hay que procurar una buena higiene alimentaria, sino también la visual.
Un buen papel de estraza puede ayudar a retirar por ejemplo los restos de grasa a la vista y que se hayan acumulado en el cuchillo y que hagan complicado mantenerlo bien asido de manera segura..
Y como colofón, una frase que puede figurar en el decálogo de las tareas de todo el que se atreva con el despiece de un jamón ibérico: El mejor cortador de jamón ibérico abre pieza con la higiene.